A lo largo de mi vida he sentido 2 grandes crisis. Momentos de esos donde la agitación, la frustración, la ansiedad y el estrés te sobrepasan. Una fue a las 18 años, con una decisión al inicio de la universidad que me removió muy fuerte y de la cuál, es ahora de donde saco mucho aprendizaje y compresión.
La otra, fue a los 34, hace ahora unos 2 años. Momento que tras, el confinamiento y un año de mucha intensidad física, emocional y mental para mí, me llevó a un tiempo de ansiedad y toques de depresión que me envolvieron en una energía y emociones de tristeza, mucho vacío y un sin sentido grande.
A raíz de esta última situación, comencé a apreciarme más y a darme mayor valor, tomando una gran e importante decisión en mi vida. Tras valorar mi situación personal y familiar, decidí tomar un tiempo y espacio para mí.
Decidí dejar el trabajo donde estaba, tras casi 5 años en él y con una cierta estabilidad y comodidad. Aposte por un tiempo de dedicación para mí, para reconectar conmigo, para sentirme y escuchar esa voz que me estaba diciendo que tenía que tomar otra camino, que necesitaba hacer cambios en mi vida, porque la plenitud y felicidad no iban ciertamente, en ese rumbo.
Para serte sincero, puedo afirmar que es una de las decisiones más difíciles pero a la vez más enriquecedoras de las que he tomado en mi vida, por toda la experiencia, por todo el aprendizaje y por ese viaje a mi interior que me esta aportando expansión, autoconocimiento y empoderamiento. Algo para mí que deriva en realización personal y profesional, en armonía y coherencia en mi vida y sobre todo, en una paz interior, en una paz física, mental y emocional.
Durante esos momentos, sentía que debía centrar mi camino en mí, y "re hacerme" y "re diseñarme", o más bien, entrar a sentir y a conocer quién verdaderamente soy y que siento.
Dedicarme más plenamente a las personas, a las relaciones humanas, a ayudar y acompañar a éstas en su camino personal, deportivo y profesional, es algo que se repetía en mi mente una y otra vez.
Por todo esto, y un mundo más amplio de aspectos, comencé un nuevo camino.
Emprender desarrollando mi marca personal. Crear eso que estoy sintiendo y hacia donde concibo dirigirme en este momento. De ahí surge, "Humanizando Corazones".
El viaje personal propio, de humanizar mi corazón, de poner sentido y atención a mi, para crecer como persona y ser cada vez una versión más elevada y mejor ser humano.
Y la manera en que tengo de expresar toda esta fase es con "Mi Alma en Deportivas".
Sentir esa voz, ese susurro que nos dicta nuestro corazón, esa intuición que nos marca hacia donde tenemos que dirigirnos para nuestra evolución y mayor contribución, y a la vez, calzarnos las deportivas para pasar a la acción, para emprender todo eso que sentimos, probarlo y experimentarlo para así, saber de primera mano si esos pasos en el camino son los que realmente necesitamos y nos llevan hacia ese lugar que dentro de nosotros anhelamos.
Y como habrás apreciado, el Deporte, el ejercicio físico y el movimiento son para mi parte fundamental en mi historia y en mi vida. Maestros de vida te diré, porque ha sido ahí y es en ellos, donde desarrollo mi mayor versión conocida. Ese Andrés que se entrega, sin tantos miedos ni máscaras, sin tantos bloqueos y limitaciones, siendo él de una manera mucho más abierta, física y emocionalmente, tomando conciencia ahora de ello, cada vez más, lo que me permite seguir creciendo como persona e ir abarcando las diversas áreas de mi vida para potenciarlas individual y grupalmente.
Siento que este viaje, es un viaje de vida, una manera de comprender y observar la vida.
Un despertar a ella, al amor, a las emociones, a nuestro interior. Despertar a quienes verdaderamente somos.
Y tú, ¿me cuentas tu viaje?
Te leo en comentarios
Puedes contactar conmigo para comenzar un viaje de autoconocimiento y desarrollo deportivo y personal. O, simplemente, para quedar y tomar un café en el que conversar y compartir.
Te mando un gran abrazo.
Un saludo.
Andrés López.